Variedades cultivadas: Lauranne y Soleta
En nuestras fincas de la campiña del Valle del Guadalquivir (Palma del Río, Almodóvar, Posadas y Lora del Río) cultivamos principalmente la variedad Lauranne, y en una de las parcelas hemos incorporado también Soleta.
La Lauranne se distingue por su excelente calibre, buen rendimiento por hectárea y adaptación a los suelos de la zona, lo que la convierte en ideal para nuestras condiciones de clima templado-seco y riego controlado.
Por su parte, la Soleta destaca por su intensa floración —un verdadero espectáculo en la primavera de la finca— y por aportar una calidad de fruto que complementa muy bien nuestra estrategia de cultivo diferenciado.
La combinación de ambas variedades nos permite conjugar productividad, calidad y una mayor flexibilidad en la recolección y comercialización.
La antigüedad de estas plantaciones varía desde 2016 a 2021
Manejo agronómico: cuidados, riego, poda y protección
Desde la plantación hasta la cosecha aplicamos un plan de manejo integral para garantizar la máxima salud del árbol y la mejor calidad del fruto.

Riego: Hemos optado por sistemas de goteo de precisión, adaptando el volumen de agua según el estado fenológico del almendro y las condiciones del suelo. En nuestras fincas trabajamos con sensibilización al estrés hídrico, ajustando los volúmenes para optimizar recursos sin comprometer la productividad.
Poda: Cada árbol pasa por una poda estructural en los primeros años, seleccionando ramas principales, limpiando el centro y favoreciendo la ventilación y entrada de luz. Una vez establecida la estructura, el mantenimiento se enfoca en retirar ramas secas, asegurar espacio entre copas y preparar el árbol para la cosecha.
También, con la
prepodadora de discos nos permite regular la altura del almendro y perfilar los laterales de forma rápida y precisa, lo que mejora la entrada de luz y facilita la recolección.
Protección fitosanitaria y nutrición: La variedad Lauranne -y también la Soleta- requieren atención a nutrientes clave como nitrógeno, potasio y magnesio, dentro de un programa de abonado adaptado al análisis de suelo. Además, estamos al tanto de las plagas y enfermedades que pueden afectar al almendro en Andalucía, por lo que trabajamos con productos autorizados y técnicas integradas para su control.
Esta combinación de tecnologías de riego, manejo estructural del árbol y protección racional del cultivo nos permite obtener frutos de calidad, optimizar recursos y avanzar hacia una agricultura más sostenible.

Calidad, producción y compromiso con el futuro
En Robles Estepa consideramos que producir almendra no es solo obtener kilos por hectárea, sino asegurar un fruto que cumpla con los estándares de calibre, sabor, rendimiento y trazabilidad que exige el mercado actual. Nuestras plantaciones de Lauranne y Soleta están diseñadas para:
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Maximizar calibre y peso medio del grano, seleccionando reproductores y cuidando cada fase.
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Garantizar calidad comercial, desde la recolección hasta el secado y la limpieza del fruto, sin romper pepita y asegurando una cáscara en buen estado.
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Mantener una trazabilidad completa: de la finca al cliente, cada lote se puede rastrear y asegurar.
Miramos al futuro con la firme intención de seguir mejorando año tras año. Nuestro compromiso incluye: experimentar con nuevas técnicas de recolección y descapotado, optimizar aún más el riego y seguir reduciendo el impacto ambiental en nuestras fincas. Creemos que una agricultura responsable y tecnificada es la mejor garantía para seguir ofreciendo almendra de alta calidad desde el Valle del Guadalquivir.
Con cada campaña se experimenta algo nuevo, nuevas formas de recolección y descapotado, aplicando técnicas más depuradas tanto en el regadío como en los productos.
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